Situación actual del Termalismo. Terapia y Turismo

El termalismo está presente en nuestras vidas desde hace más de 20 siglos, siendo uno de los sectores más antiguos del panorama turístico. En su doble vertiente, terapéutica y turística, ha ido navegando a través de todo este tiempo, alternando  períodos con predominancia terapéutica con otros de un claro predominio turístico.

En los últimos años, puede concluirse que la década de los 80 fue de predominancia terapéutica, sin embargo  en la de los 90 fue ganando peso la orientación turística hasta consolidarse en esta primera década del siglo XXI, en la que los centros termales con orientación turística superan con creces a los centros de orientación terapéutica.

Actualmente, la demanda terapéutica ha sido absorbida en un porcentaje muy elevado por los programas de Termalismo Social. Especialmente en el colectivo de mayores de 65 años, segmento que lidera el programa de termalismo social del IMSERSO, su aumento de disponibilidad de plazas en estos últimos años ha ido absorbiendo al público que acudía a estas instalaciones de forma particular. Un programa que resiste las crisis, quizás el hecho de proporcionar un gran beneficio socio-económico ha facilitado que los sucesivos gobiernos, tanto de izquierdas como de derechas, lo hayan  mantenido y lo hayan ido dotando de más plazas cada año. Muchas comunidades autónomas han tenido que prescindir de sus propios programas  de termalismo social, y sus usuarios también han pasado a incrementar el programa de termalismo que organiza elIMSERSO.

En el segmento de menores de 65 años la orientación terapéutica tiene un peso mucho menor, siendo el motivo de visita turístico de ocio y de descanso el que predomina claramente. La oferta de centros termales que cubre esta demanda es muy numerosa, esto obliga a una fuerte competencia entre ellos por captar a este tipo de usuario. No cabe duda de que la instalación de zonas termales en hoteles vacacionales les ha permitido aumentar sus ocupaciones en fines de semana fuera de la época estival, pudiendo alargar sus temporadas de apertura y mejorar sus rendimientos económicos.

Pero la larga estancia y por consiguiente los periodos entre semana siguen siendo terreno casi exclusivo de centros que trabajan el segmento terapéutico, es decir, centros que trabajan con aguas mineromedicinales (balnearios). Los centros Talaso podrían incorporarse a este mercado que brinda altas ocupaciones entre semana, pero para ello deben reconvertirse en centros sanitarios – sin dejar de tener su identidad turística actual – al igual que lo son los Balnearios en muchas de las comunidades autónomas españolas. Mientras, a los centros spa sólo les quedará conformarse por pelear por el cliente de ocio descanso los fines de semana.